La Leche de Atrás

¿Alguna vez has visto esta imagen usada fuera de contexto para tratar de promover el concepto obsoleto de la «leche de atrás» o «leche de final»? Si bien es cierto que la leche humana puede variar en color, consistencia, y contenido de grasa, no es porque el bebé se quedó pegado por más tiempo o porque la leche al final de la toma siempre tiene más grasa. Solo hay un tipo de leche. Cambia sutilmente durante una toma, y a veces hay más grasa al principio de la próxima toma que al principio de la anterior, pero al final, toda la leche de tu lactancia es buena y nutritiva.

Pega a tu bebé a demanda y deja que termine la toma al menos que:

-Quieras producir más leche. En ese caso el cambio frecuente de una teta o pecho al otro puede estimular mayor producción.

-Tu bebé se duerme rápido. De primera instancia puedes hacer una compresión para que reciba un golpe de leche, pero en la segunda ocasión, funciona cambiar de lados.

-Tu bebé tiene confusión de flujo por alimentarse con un biberón inclinado y empieza a rechazar el pecho. Cambia de lados para que reciba ese golpe de leche y darle la oportunidad al otro lado llenarse.

-Tu bebé tenga pobre aumento de peso. Existe un mito común que quedarse en un lado logrará llegar a esa leche más grasosa, pero al no estimular la producción de ambos lados y no darle MAS leche, tu bebé puede estar bajando de peso porque esperas hasta que termine la toma.

En fin, CAMBIA DE LADOS cuantas veces quieras, no mires el reloj sino la conducta de tu bebé, cuenta pañales sucios en las primeras semanas, y no te obsesiones por la grasa de la leche.

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