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Candidiasis

Candidiasis (sapito o algodoncillo)

¿Qué es la cándida?
La cándida albicans es un hongo que vive en nuestros cuerpos pero que en algunas instancias puede crecer en exceso y ocasionar problemas en la lactancia.

¿Cómo la cándida afecta la lactancia?
Si crece fuera de control, puede causar dolor y molestia en la boca de bebé. También puede causar lesiones y picor en los pezones de la madre o persona que lacta. Ambas situaciones pueden llevar a una huelga de lactancia o hasta destete prematuro, interrumpiendo una lactancia que en otras ocasiones no hubiera terminado.

¿Cuáles son algunas causas de la cándida en la lactancia?
El uso de antibióticos en el parto, de parte de la persona lactante o bebé; esteroides como los que se encuentran en las terapias respiratorias o medicina contra el asma; artículos húmedos que permanecen en la areola por mucho tiempo como un sostén o pad de lactancia sin cambiar por horas extendidas; compartir bobos, mamaderas u otros artículos entre bebés; algunas condiciones de salud como la diabetes o el VIH; o una dieta alta en azucares o harinas blancas son las causas más comunes. El no limpiar la lengua de tu bebé no ocasiona la cándida y el suministro de agua es peligroso para su salud.

¿Cómo se identifica la cándida?
Parchos blancos en las encías y cachete interior de la boca de bebé; piel escamosa o sarpullido en la areola o pezón; picor o ardor en la superficie de la areola o pezón; pequeñas grietas en la areola o pezón cuando hay un buen enlace y no existe frenillo restrictivo en bebé todos pudieran señalar una infección de cándida. Pero ojo: una lengua blanca en bebé pudiera ser solo una capa de leche, y el descolorimiento de la punta de pezón o dolor punzante que corre por todo el pecho no son síntomas de la cándida, aunque algunos especialistas desactualizados o fuentes desconfiables de las redes pudieran equivocadamente caracterizar estos síntomas como cándida.

¿Cómo se trata la cándida?
Es sumamente importante tratar tanto a bebé como a la madre o persona lactante. No se recomienda el autodiagnóstico y tratamiento sin apoyo especializada. En el caso de bebé, su pediatra pudiera recetar un medicamento para la boca. En el caso de la persona lactante, típicamente se trata la piel ya que los medicamentos internos no son tan efectivos. Existen remedios caseros como la violeta genciana (tinta de violeta) aunque este tratamiento mancha mucho y el uso por más de siete días se ha asociado con el cáncer bucal. Algunos protocolos recomiendan el uso de extracto de semilla de toronja, aceite de coco, vinagre de manzana o probióticos. En casos recurrentes o resistentes se pudiera recomendar una dieta libre de azucares, harinas blancas, alimentos procesadas y algunas comidas que “alimentan” la cándida, a la vez que su médico pudiera recomendar pruebas diagnósticas para descartar ciertas condiciones de salud o una reevaluación para determinar si realmente es cándida.
Aunque no se deben recetar antibióticos para infecciones causadas por hongos, existe evidencia que algunos tipos de “cándida” realmente pudieran ser ocasionadas por una bacteria y su doctor mandaría a hacer un cultivo de los organismos en la piel. Nunca se deben aplicar aceites esenciales sin diluir a la piel de la areola, ingerir los mismos por boca estén diluidos o no, o permitir que hagan contacto con la boca de bebé. Tampoco se debe usar miel rosada, ya que la miel es tóxica para bebés menores de dos años. Cuando la lengua tiene una capa de leche y no existe cándida, es innecesario limpiarla y es un mito que esto cause sapito. Recuerda que en Puerto Rico solo una persona certificada como nutricionista puede recetar una dieta y solo la persona licenciada como doctor en medicina puede diagnosticar o recetar medicamentos. Sin embargo, muchos protocolos escritos se pueden trabajar con el apoyo de especialistas capacitadas en lactancia y esta persona sabe cuándo está indicado referir a profesionales de salud.

Previniendo la reinfección:
Sigue el protocolo completo recomendado por su especialista. Desinfecta el equipo de alimentación de tu bebé o de extracción de leche, remojando la misma en con una solución de 1 cucharada (15 ml) de vinagre diluida en un galón (375 ml) de agua. Añade una taza (1/4 litro) de vinagre al ciclo de enjuague a cualquier ropa que tendrá contacto con las areolas. Algunos especialistas recomiendan el consumo de probióticos, incluyendo alimentos encurtidos, para el adulto, y en algunos casos su pediatra pudiera recomendar probióticos para su bebé. Si usted está siguiendo el protocolo al pie de la letra sin ninguna mejora, es posible que no tenga candidiasis, que el medicamento sea inefectivo contra su infección, o que tenga una condición de salud que requiere mas seguimiento. En este caso se recomienda consultar con su IBCLC u otro profesional de salud. No es necesario descartar leche almacenada cuando ha habido una infección de cándida.

Conclusiones:
Aunque es incómoda, la cándida en la lactancia se puede tratar efectivamente sin interrumpir la lactancia. Algunas situaciones normales como la lengua blanca, o condiciones de la lactancia se pueden confundir con la cándida. En conjunto con su especialista capacitada en lactancia, se puede identificar, referir y tratar la cándida para poder mantener su lactancia exitosa.

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